1° Tesalonicenses 5:15
Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos.
Estoy arto de jugar futbol, pensó Walter. Jorge y Julio nunca querían jugar otra cosa. Por desdicha para Walter, Jorge y Julio eran los únicos dos muchachos de su edad en su vecindario, y a los dos les encantaba jugar futbol. Si invitaban a Walter a jugar, es probable que siempre tuviera que ser para un partido.
- ¿Alguna vez han probado con otro deporte? – preguntó el papá.
- Lo dudo – dijo Walter – Comen, duermen y piensan solo en futbol.
- Bueno, ¿Por qué no les sugieres otro juego? – dijo su papá.
- ¿Cómo qué?
- Digamos… a ti te gusto el voleibol de playa hace unos meses, cuando fuiste de campamento. Y jugabas muy bien – comento su papá
Walter esbozó una sonrisa.
- Si eso me gusto. Y además, uno no se golpea ni se cae tanto. Hay un solo problema: la playa está a dos horas de aquí.
El papá sugirió entonces:
- He estado pensando que podríamos construir una cancha de voleibol de playa en el jardín. Traeremos arena y pondremos una red. En ese lugar donde no parece querer el césped. ¡Habrá menos trabajo para mí con la cortadora!
En dos semanas Walter y su papá habían terminado la cancha. Jorge y Julio habían visto la competencia de voleibol de playa en televisión con Walter, y estaban tan emocionados con la idea que hasta ayudaron en la construcción. Y no solo eso, sino que ¡se había mudado un niño nuevo a la casa de la esquina y tenía la edad de Walter!
- Me alegro que Sergio se haya mudado aquí – dijo Jorge – Ahora podremos jugar dos contra dos cuando armemos un partido de fútbol.
Walter suspiró pero se sintió mejor cuando julio agrego.
- Y también cuando juguemos al volibol
- ¡Adivinen! – exclamo Jorge – Estuve hablado con Sergio y le encanta el tenis también.
Para Walter, los sábados sin duda mejorarían desde ese momento.
Recuerda:Cuando tú y tus amigos tomen una decisión al buscar algo que a todos les guste hacer, todos se divertirán más. Pídele a Dios cómo pasar momentos inolvidables en que todos se diviertan.
Autor: Carolina de Valle
- ¿Alguna vez han probado con otro deporte? – preguntó el papá.
- Lo dudo – dijo Walter – Comen, duermen y piensan solo en futbol.
- Bueno, ¿Por qué no les sugieres otro juego? – dijo su papá.
- ¿Cómo qué?
- Digamos… a ti te gusto el voleibol de playa hace unos meses, cuando fuiste de campamento. Y jugabas muy bien – comento su papá
Walter esbozó una sonrisa.
- Si eso me gusto. Y además, uno no se golpea ni se cae tanto. Hay un solo problema: la playa está a dos horas de aquí.
El papá sugirió entonces:
- He estado pensando que podríamos construir una cancha de voleibol de playa en el jardín. Traeremos arena y pondremos una red. En ese lugar donde no parece querer el césped. ¡Habrá menos trabajo para mí con la cortadora!
En dos semanas Walter y su papá habían terminado la cancha. Jorge y Julio habían visto la competencia de voleibol de playa en televisión con Walter, y estaban tan emocionados con la idea que hasta ayudaron en la construcción. Y no solo eso, sino que ¡se había mudado un niño nuevo a la casa de la esquina y tenía la edad de Walter!
- Me alegro que Sergio se haya mudado aquí – dijo Jorge – Ahora podremos jugar dos contra dos cuando armemos un partido de fútbol.
Walter suspiró pero se sintió mejor cuando julio agrego.
- Y también cuando juguemos al volibol
- ¡Adivinen! – exclamo Jorge – Estuve hablado con Sergio y le encanta el tenis también.
Para Walter, los sábados sin duda mejorarían desde ese momento.
Recuerda:Cuando tú y tus amigos tomen una decisión al buscar algo que a todos les guste hacer, todos se divertirán más. Pídele a Dios cómo pasar momentos inolvidables en que todos se diviertan.
Autor: Carolina de Valle