Puedo alabarle con el baile

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Puedo alabarle con el baile
Por Vicki Hammons Woodlee


Una jovencita encuentra una manera en que puede usar sus talentos para alabar y honrar
a Dios mientras ella anima a otros a hacer lo mismo.

Karina se puso una camisa roja y se puso sus mezclillas favoritas y en su cabello ató un moño rojo y azul. Noche de alabanza siempre era un evento especial en su iglesia y su corazón anticipó con alegría.
"Apúrate," dijo la madre de Karina desde la cocina. "¡No queremos llegar tarde!"
Karina se miró en el espejo una vez más, apagó las luces, agarró sus tenis y se apuró bajo las escaleras.
 ¡Beep! ¡Beep! Todos estaban esperando a Karina en el carro. Ella abrió la puerta de la casa y tan rápidamente que ella cerró la puerta, lo abrió de nuevo y corrió en las escaleras de nuevo. Ella agarró su Biblia y lo puso debajo de su brazo y corrió en las escaleras otra vez pero los saltó dos a dos hasta que llegó a la puerta.

¡Beep! ¡Beep! "Apúrate," gritó el hermano de Karina. Ella cerró la puerta, luego lo cerró con llaves y corrió al carro y entró con un salto. El papá de Karina condujo el auto en el lote de la iglesia y solo había unos cuantos lugares vacíos.
Una vez al mes, en vez de tener una predicación usual en el domingo en la noche, la iglesia invitaba a los miembros a congregarse para alabar al Señor con un talento que Dios les ha dado. Algunas personas cantabas mientras otros tocaban el piano, la guitarra o la flauta. Otros daban sus testimonios o leían un poema y siempre era una noche de alabanza y adoración alegre. Karina caminó en la santuario y se sentó en uno de los asientos que era reservado para los jóvenes.
"¿No estás tan emocionada?" le preguntó Melodía, la mejor amiga de Karina. "¡Voy a cantar dos veces y estoy tan nerviosa!"
 Karina tocó la mano de su amiga y sonrió. "Lo vas a hacer muy bien," le dijo.
Casi todos los amigos de Karina tenían algo que hacer en la noche de alabanza. De hecho, ella era la única en su grupo de jóvenes que nunca había hecho algo y ella tenía dificultades con eso por su deseo que tenía en su corazón de participar. Karina no fue bendecida con una voz Hermosa y ella no tenía un talento de tocar un instrumento musical pero ella tenía un deseo en su corazón de glorificar al Señor en esa noche especial.
"Deseo que solo una vez pudiera hacer algo en la noche de alabanza." Karina le dijo a madre mientras regresaban a su casa.
"Claro que si," bromeó su hermano del asiento de atrás. "Se llama noche de alabanza, no noche de dolor y estoy seguro que nadie te quiere escuchar cantar. ¡Me duelen mis oídos en solo pensarlo! "
"Eso es suficiente," dijo la madre de Karina, "Puede ser verdad que no tienes una buena voz Karina, pero Dios te ha bendecido en otras maneras. ¿Por qué no bailas?"
Había silencio en el carro. "Madre, no estás siendo seria," chilló Karina. "Muchas personas en la iglesia creen que el baile es un pecado. ¿Cómo podría yo convencerles que eso no es cierto?" preguntó Karina.
"Karina," respondió su madre, "La Biblia dice que Dios es el Creador de todo y eso incluye al baile. Lee tu Biblia Karina y ora para que Dios te guíe. Dios va a honrar un corazón puro."
El siguiente día en la escuela, Karina miró al reloj en su salón mientras los minutos pasaban lentamente.
¡Ring! ¡Ring! ¡Finalmente! Ella corrió por las puertas dobles y se apuró al carro. Karina había estado tomando baile en un estudio de baile cristiano por siete años y ella estaba ansiosa de hablar con su maestro acerca de bailar en la iglesia. ¿Qué es lo que ella pensaría de preformar así? ¿Estaría de acuerdo con Karina que el baile era una forma de alabanza?
Karina se cambió en sus mallas rosadas y luego se puso sus zapatos rosados de ballet. Ella amarró los listones de raso en cruces alrededor de sus tobillos hasta que le quedaron perfectos y luego en sus dedos de pie se fue al espejo. El estudio requería que ella se pusiera su cabello en un bollo así que ella enrolló su cabello largo y café en un círculo apretado y se puso pinzas doradas. El sonido dulce de “Gracia Maravillosa” llenó el cuarto y Karina tomó su lugar en la barra.
"Plie, Passe, Tendu, cierra Primera," llamó la maestro de Karina en tiempo con la música. "Ahora releve y alcanza. Alcanza arriba y alaba al Señor con tu baile."
Después de la clase, Karina esperó en la oficina para hablar con su maestro. “Ms. Andras,” empezó, ”¿ha oído de el baile como una forma de alabanza en la iglesia?”
"¡Claro!" respondió Ms. Andras. “Muchas iglesias tienen equipos de alabanza e incluyen bailarines de diferentes edades. Sabes Karina, Dios no hizo al baile para que fuera un pecado pero a veces el hombre toma un regalo de Dios que debe ser hecho para lo bueno y lo cambia. Lee tu Biblia Karina. Vas a encontrar que aún en la Biblia había el baile. Miriam, la hermana de Aarón bailó para expresar su alegría y gratitud al Señor por proveerles un pasaje seguro por medio del Mar Rojo. Ella tomó su pandero y todas las mujeres la siguieron con sus propios panderos y bailaron. Puedes encontrar la historia en el libro de Éxodo. En el libro de Samuel, dice que David bailó delante del Señor con todo lo que tenía mientras el trajo el Arca del Señor a la ciudad. El baile es una forma de alabanza Karina y el Salmos 149:3 nos dice exactamente eso. Ora por esto Karina y lee tu Biblia y recuerda que Señor honra un corazón puro. "
La siguiente clase empezó a llegar y tomaron sus lugares en la barra. “Gracias por su tiempo Ms. Andras,” dijo Karina. “La veo en una semana."
Después en la noche, después de su tarea y su baño, Karina puso su Biblia a su pecho, cerró sus ojos y oró. “Señor,” susurró, “Tu conoces mi corazón. Por favor muéstrame como alabarte con el baile."
Karina leyó todas las escrituras que su maestra de ballet le dijo, pero la escritura que la movió más era el libro de Eclesiastés. En éste libro de la Biblia, Dios dijo que hay un tiempo para todo, incluyendo para el baile. Su corazón se sintió lleno. Luego Karina supo lo que tenía que hacer. Este era el tiempo. Tiempo para que ella introdujera al baila a la iglesia.
El sábado en la mañana entró a la oficina de su pastor, el Hermano Santiago.
"Karina, que sorpresa verte," le dijo. "¿Cómo puedo ayudarte?" le preguntó mientras señalaba al asiento para que ella se sentara.
"Hermano Santiago, por favor dime como se siente acerca del baile en la iglesia,” dijo Karina. “De verdad que quiero bailar para la noche de alabanza y siento que es algo que me está guiando el Señor."

 El Hermano Santiago dobló sus brazos en su pecho y se fue para atrás en su asiento. “Karina, no todo el baile es un pecado, pero muchas personas nunca han visto al baile que es usado para glorificar al Señor,” dijo el Hermano Santiago. “El baile, como la música, puede ser usado para servir al Señor o puede ser usado para el mundo. No hemos prohibido la música o el cantar en la iglesia aunque hemos escuchado los ejemplos de cómo los talentos que pueden ser usados de manera mala. Karina, si tienes un corazón puro y un amor absoluto del Señor, luego los otros pueden sentir eso cuando bailas."

La siguiente vez que la noche de alabanza estaba en la iglesia, Karina estuvo lista. Ella se vistió en un vestido largo y blanco que casi tocaban sus pies. Su cabello estaba en trenzas con flores blancas y con listones rosados. Antes de que fuera al escenario, Karina oró. “Querido Señor, tu sabes que mi corazón es puro en mi deseo de alabarte por medio del baile. Yo bailo para alabarte y por no otra razón. Por favor que los corazones de la gente no sea duras y que te vea a ti en mi."
Cuando era el turno de Karina, ella fue directamente al micrófono para hablarle a la congregación. “Alaben su nombre con la danza," dijo firmemente. "Salmos 149:3."
Luego se puso al centro del escenario y bajó su cabeza y luego alzó sus manos al Señor. Mientras empezó la canción de “Que Tan Grande Eres”, Karina se olvidó de todo a excepción de su amor al Señor y ella bailó y bailó y bailó para darle la gloria a Dios.
La iglesia de Karina aún tiene noche de alabanza. Algunas personas cantan y otros tocan el piano, la guitarra o la flauta. Otros dan sus testimonios o leen un poema. Y ahora algunos bailan.